En un acto que ha desatado la indignación de amplios sectores de la sociedad, la Cámara de Diputados de la Nación votó a favor del veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario. Esta decisión, respaldada por un sector de la política que ha venido convalidando las medidas de ajuste impuestas por el gobierno, representa un duro golpe a las universidades públicas argentinas y un claro retroceso en la inversión educativa, fundamental para el desarrollo y la equidad social del país. Desde el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales repudiamos esta votación y creemos que la Educación Pública está en riesgo.
El apoyo abierto al desfinanciamiento de nuestras universidades no solo se asienta en una política económica asfixiante, sino que también ignora la importancia de la educación superior en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Al gobernar de espaldas al pueblo, este sector político ha decidido soltarle la mano a nuestras instituciones educativas, dejando a los estudiantes y docentes en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad. La población observa con preocupación cómo se peligra el acceso a una educación pública de calidad, que debería ser un derecho y no un privilegio.
La universidad es una parte esencial de nuestra historia y nuestra identidad como nación. Representa el presente y el futuro de Argentina, siendo un orgullo para las y los argentinos. Este ataque a la educación pública no solo debilita la formación de nuevas generaciones, sino que también amenaza el desarrollo del país y su capacidad para enfrentar los desafíos del siglo que viene. Expresamos nuestro más enérgico repudio y hacemos un llamado a la sociedad a unirse en defensa de nuestras universidades, porque el futuro de Argentina depende de su fortalecimiento y no de su debilitamiento.