Como sindicato, repudiamos enérgicamente la represión ejercida en Buenos Aires contra los jubilados que estaban ejerciendo legítimamente su derecho a la protesta. Este ataque a los manifestantes pacíficos es una clara muestra de desdén hacia aquellos que, después de toda una vida de trabajo, solo buscan vivir dignamente durante su jubilación. Los jubilados merecen respeto y consideración, no violencia ni represión.
El gobierno actual ha dejado en claro quiénes serán los afectados por el ajuste que proponen: los jubilados. Esta decisión refleja una falta de empatía y justicia hacia quienes contribuyeron al desarrollo del país a lo largo de su vida laboral. En lugar de buscar alternativas equitativas y justas, el gobierno ha optado por cargar el peso del ajuste sobre los más vulnerables.
La reciente represión no es un hecho aislado, sino el resultado de políticas que ignoran las necesidades y derechos de los jubilados. Estos ciudadanos han trabajado arduamente y han cumplido con sus obligaciones durante años, y ahora esperan que se les garantice una vejez digna. Es inaceptable que se les castigue por exigir lo que les corresponde.
Por todo lo anterior, nos oponemos rotundamente al veto de la ley de movilidad jubilatoria. Esta ley es fundamental para asegurar un ajuste justo y equitativo en las jubilaciones, y su veto solo serviría para perpetuar la injusticia y la desigualdad. Los jubilados tienen el derecho a una actualización de sus haberes que refleje adecuadamente el costo de vida y sus necesidades.
En nuestro sindicato, contamos con planillas de adhesión para que todos puedan expresar su apoyo a esta causa justa. Invitamos a todos los miembros y simpatizantes a sumarse a nuestra protesta y a exigir al gobierno que respete los derechos de los jubilados. La lucha por la justicia y la dignidad de nuestros mayores es una causa que debe ser defendida con firmeza y solidaridad.